miércoles, 22 de abril de 2015

Patético


-A: Desde el día en que me lo dijiste vengo fijándome más, y tienes razón, la peña de la plaza está muy salida.

-B: Tengo la teoría de que cuando un grupo de hombres que no tienen mucho en común entre sí se junta en el espacio público, como no hay un "nosotros" constituido en el que cada  uno de los integrantes pueda reconocerse, éste se construye por contraposición a un otro, en este caso una otra. La imagen que se me viene a la cabeza es la de un bukkake. Tiene que ver con la comunidad. El caso es corrernos juntos, no importa dónde.

-A: Pero es que están muy, pero que muy, salidos.

-B: No tengo nada en contra de que se esté salido.
Imagina que el estado emocional en el que te encuentras a los dos minutos de haberte corrido se te prolongara hasta la muerte. Así se me antoja a mí el Nirvana.
El adveniminento del aburrimiento eterno.
Desear es divertido. En ocasiones doloroso, pero siempre divertido.

Tengo la teoría de que cuando...

-A: Calla, calla que te vas por los Cerros de Úbeda. Te cuento lo del otro día. Comenzaron con los comentarios típicos:

"No veas el culo que tiene la de verde."

"Esa que viene por ahí está mejor que tú."

"No lleva ni sujetador."

"Tiene los pezones de punta y lo sabe."

"Uf, madre mía, qué malo me estoy poniendo."

"Yo me conformaba con la de azul. Le pones una bolsa en la cabeza..."

"Tiene que tener un coño..."

En fin, todo muy desagradable. Pero bueno, tampoco le hacían daño a nadie. La cosa cambió cuando empezaron a hacer partícipes a las mujeres que pasaban de su movida. La mayoría de las interpeladas atravesaba la plaza con la cabeza baja o mirando a un punto fijo. El resto hacía como que no existíamos. Feedback cero. Patético.

Yo ya estaba a punto de intervenir. Eran como orangutanes abducidos. Les faltaba sacarse sus pollas empalmadas y meneárselas allí mismo. Estuvieron en ese plan un rato. Cada chica que pasaba era literalmente penetrada por la mirada de estos siete u ocho simios.  Y alguna perlita se llevaba. Nunca los había visto así. Se movían como si fueran viejos verdes. Daban vergüenza y no había nada que hacer. Si iniciabas una conversación con alguno, al rato notabas que ya te había dejado de escuchar; se les iba. Estaban completamente desinhibidos. De repente el flujo de chicas se cortó. Durante veinte minutos no pasó por la plaza mujer alguna. Los tenías que haber visto, no sabían ni lo que hacer. Habían acumulado tanta energía libidinal en ese lapso, se habían ambientado hasta tal punto, se les habían soltado tanto las amarras, que el cierre de grifo femenino los partió por la mitad. Se quedaron mudos, de orangutanes desquiciados pasaron a arbustos, vegetaban.
Quietud.
Silencio absoluto.
Ni una palabra.
Nada.
Llegué a pensar que estaban avergonzados. Ni de coña.

Pasados veinte minutos el grifo se volvía a abrir. Desde el fondo de la calle se acercaba una mujer. Iba vestida como para hacer deporte. Un top, unas mallas cortas, normal. He de decir que estaba buena. Muy buena. Venía hablando por el móvil, y se aproximaba peligrosamente al lugar donde nosotros -que no habíamos vuelto a decirnos nada desde que pasó la última chica- nos encontrábamos. Cuando se hallaba a pocos metros, la mujer se paró y dio media vuelta. Luego avanzó un par de pasos y volvió a pararse. Ahí estaba, dándonos la espalda, a menos de tres metros. Aquello fue un resurrección colectiva. Volvieron a la vida, tío. No es que le miraran el culo, es que se la estaban follando con los ojos. Sin embargo, ella estaba tan metida en su conversación telefónica que no se daba cuenta de la orgía mental que se había montado a su costa. No recuerdo quién fue el que no pudo más; no importa. El caso es que uno de ellos se levantó, avanzó hacia la mujer y pegándose a ella como si fuera un puto bailarín de tango le susurró a la altura del cuello: Nena.
La mujer se dio media vuelta y, con la cara bañada en lágrimas, dijo:
  
Acaban de atropellar a mi hijo.

-B: Jo/der

-A: Sí, tío. Muy fuelte.

-B:...

-A:...

-B: ¿Y?

-A: Nada, tío, me lo acabo de inventar.
¡Es mentira!
 Pero podría haber pasado.

-B: Sí, podría haber pasado.

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