martes, 21 de octubre de 2014

Niño de Elche lo sabe

Cuenta Niño de Elche en una entrevista para Mapa Sonoro que una de sus grandes crisis como artista se produjo cuando tomó conciencia de que muchas de las letras de flamenco que cantaba tenían muy poco que ver con su vida cotidiana, y que una vez que se abrió a otro tipo de textos, sobre todo a través de la poesía y de los cantautores, y estableció un discurso propio, ya fueron las estructuras clásicas del flamenco las que se le quedaron pequeñas.

Si hay algo que nos aleja de la llamada música popular es la caída de ésta en el anacronismo. Eso no quiere decir que todo lo antiguo haya dejado de tener validez. Hay canciones de la tradición que todavía funcionan, que todavía tienen que ver con nosotros, canciones que aún nos sirven para celebrar la vida y para llorarla, precisamente porque hablan de cosas que siguen pasándonos, de sentimientos muy nuestros, de injusticias que aún padecemos, de amores que encontramos o que perdimos, de amigos que se fueron; las otras, aunque podemos apreciarlas, no son más que piezas de museo.

Y al museo se va algún domingo, pero no todos los días.

Niño de Elche, Me sobra el corazón. 





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